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Estanterías Industriales para Almacenes Exteriores, Descubiertos y al Aire Libre

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Las necesidades logísticas de cada empresa definirán el tipo de almacén más adecuado para cada una. Entre todos los tipos de almacenes, en función de su estructura y protección atmosférica podemos diferenciar entre los almacenes cubiertos y los almacenes descubiertos o exteriores.

En esta publicación nos centraremos en estos últimos, también conocidos como almacenes a cielo abierto o al aire libre, profundizando en sus diferentes tipos, sus particularidades y en las características que debe cumplir una estantería industrial o sistema de almacenaje para exterior.

Los almacenes exteriores no son una opción habitual en las empresas por sus características especiales, predominando la opción del almacén cubierto en la mayoría.

Tipos de almacenes exteriores o al aire libre

Como indicábamos, en función de la estructura que lo forme y la protección atmosférica que requieran los productos, diferenciamos entre almacenes cubiertos y almacenes descubiertos o a cielo abierto.

Sin lugar a duda, el almacén o nave más habitual es el cubierto, por la mayor protección que dan a los productos, a los sistemas de almacenaje y a la maquinaría. La estructura ejerce de protección frente a elementos externos como frio, calor, lluvia, nieve, radiación solar, etc.

Sin embargo, en ocasiones el tipo de producto a almacenaje por las empresas no necesita de esa protección extra, y se decide elegir la opción del almacenaje exterior.

Los almacenes descubiertos al aire libre son, por norma general, más económicos que los cubiertos al no tener edificación propia. Se acostumbra a definir la limitación del espacio que ocupan con vallas o muros perimetrales.

Los materiales que se almacenan al descubierto suelen ser los que no sufren deterioro por las inclemencias del tiempo, lo que hace que los almacenes exteriores más comunes sean para maquinas o vehículos y materias primas de construcción, metalurgia o madera. Salvo casos puntuales, productos más delicados como alimentos y otros productos perecederos no debería realizarse en un almacén exterior.

Dentro de los considerados podríamos diferenciar 2 tipos, con la principal diferencia de que uno de ellos es un híbrido entre el almacén cubierto y el descubierto:

Almacén totalmente abierto y descubierto

En este caso los productos y sistemas de almacenaje están plenamente al aire libre, descubiertos, sin ningún tipo de techo o pared.

Es el tipo de almacén común para las materias primas de los sectores de la construcción, siderurgia y madera que no se deterioran ante las inclemencias meteorológicas.

Si bien, en ocasiones los productos almacenados se cubren con lonas o plásticos para mayor protección, sobre todo si van a pasar largos periodos en este almacén exterior.

Almacén parcialmente abierto

Este tipo de almacén exterior cuenta con alguna protección extra para los productos almacenados, puede ser únicamente techo o techo y paredes, dejando uno de sus extremos sin cubrir para seguir considerándose almacén “abierto”.

Estos almacenes se diseñan con la idea de proteger a los productos principalmente de la lluvia o la nieve directa, pero los materiales almacenados seguirán sufriendo cambios de temperatura y humedad.

Suele ser el tipo de almacén abierto elegido para productos ligeramente más delicados de los sectores indicados antes y para maquinaría y vehículos.

 

Consideraciones para el almacenamiento industrial en exterior

Al ser un tipo de almacenaje especial, a la hora de diseñar los almacenes exteriores a cielo abierto se deben tener en cuenta algunos puntos:

Análisis del entorno y condiciones ambientales locales

En los proyectos de un nuevo almacén cada situación es diferente, más si cabe en los almacenes exteriores a cielo abierto.

Como las inclemencias del tiempo afectarán directamente sobre la mercancía, hay que analizar con detalle el clima de la zona donde se instale el almacén: los máximos y mínimos de temperatura durante el año, humedad, viento, probabilidades de lluvia y nieve, riesgo sísmico, etc.

Por ejemplo, puede que un producto concreto sí pueda ser almacenado en exteriores en un país con clima cálido, pero necesite ser almacenado en interiores en países con temperaturas extremadamente bajas.

Limpieza, iluminación y señalización

Al tratarse de un almacén al aire libre, la suciedad y residuos que se generarán tanto en el suelo como sobre las mercancías será mayor que en interior. Por eso es muy importante que la limpieza del recinto sea realizada de forma periódica e intensa.

También habrá que considerar si se va a operar en este almacén descubierto únicamente durante el día o también por la noche, para complementar la instalación con un sistema de iluminación correcta, sin zonas con mala o nula visibilidad que reducen considerablemente la seguridad del almacén.

En ambos casos, la señalización del almacén debe ser clara, de sencilla visibilidad a distancia y de materiales resistentes a la lluvia. Las placas de características deben contener toda la información reglamentaría como en un almacén interior.

Valorar riesgo y dificultad de robo o hurto de la mercancía

Al tener menos protección y privacidad que los almacenes interiores, hay que valorar si el producto que se va a almacenar tiene un alto valor, y si su peso y volumen lo hacen sencillo de transportar.

En base a esta valoración se decide si aumentar la seguridad de la delimitación exterior de almacén con mayores vallas o muros, sistemas de videovigilancia, etc.

 

Estanterías Industriales resistentes a la corrosión y las condiciones ambientales

Sin duda, una de las principales claves para el correcto funcionamiento de un almacén abierto es la elección de la estantería industrial que almacenará el stock de los productos.

En el almacenaje exterior se someterá a la estantería a un nivel de corrosión y unas condiciones ambientales mucho más extremas que en interior, por lo que el sistema de almacenaje debe estar preparado.

La mejor solución para este tipo de almacenes son las estanterías galvanizadas, con una gran resistencia a la corrosión y a los cambios de temperatura y humedad.

Características que debe cumplir una estantería para exterior

Como indicamos las estanterías industriales más recomendables para un almacén exterior descubierto son las galvanizadas, especialmente las que son galvanizadas en caliente.

En este proceso de galvanizado en caliente, los elementos que conformarán la estructura de la estantería son inmersos en zinc fundido para crear una capa externa protectora de zinc, que les dota de mayor resistencia y durabilidad.

La inmersión se realiza con la pieza totalmente fabricada por lo que el recubrimiento es pleno y por tanto la protección de la pieza también.

Otro tipo de estanterías galvanizadas son las pre-galvanizadas, con menor resistencia a la corrosión que las anteriores, ya que la inmersión en zinc no se realiza con la pieza fabricada, si no que se realiza sobre la bobina de acero que es la materia primera de la estantería. Echa un vistazo a la publicación donde explicamos cómo se fabrican las estanterías.

También existen sistemas de pintura protectores de las estructuras de acero para exterior, que pueden llegar a ser útiles en condiciones no tan extremas. El análisis previo del proyecto definirá cual es la solución más adecuada en cada caso.

 

Sistemas de almacenaje habituales en almacenes exteriores

Entre todos los tipos de estanterías industriales, generalmente las más comunes en almacenes exteriores son las Estanterías Convencionales para Palets, y también las Estanterías Cantilever para cargas largas.

Por lo general, los almacenes exteriores no tienen tantas limitaciones de espacio disponible como los interiores, por lo que no se suele optar por sistemas de almacenaje compactos, y se instalan sistemas convencionales.

Las estanterías convencionales para pallets son una solución logística adaptable a las dimensiones de las unidades de carga y al tipo de carretillas elevadoras, además al acceso a todos los palets es directo.

Es un sistema resistente, de fácil montaje y con una fácil regulación de los niveles de carga, se adapta a cualquier tipo de mercancía, tanto por peso como por volumen. Gracias a su galvanizado resisten la corrosión y condiciones meteorológicas adversas.

Además, es bastante habitual la instalación de Estanterías Cantilever en exteriores, especialmente diseñadas para almacenar cargas largas como tubos, perfiles, placas, planchas y tableros de metal, madera o plástico.

Cuando las Estanterías Cantilever se instalan en un almacén descubierto suele añadirse una zona techada en la parte superior para dotar a la mercancía de mayor protección.

Si estas buscando el sistema de almacenaje adecuado para un almacén exterior, contacta aquí con nuestro equipo, que te asesorará sin compromiso.