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Tecnología RFID aplicada en un almacén y logística

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La agilidad y eficacia en los almacenes es imprescindible para el buen funcionamiento de estos y una de las últimas novedades que la proporcionan ha sido la tecnología RFID. La tecnología del código de barras ha evolucionado notablemente en los últimos años dando lugar a la tecnología RFID, también llamada identificación por radio frecuencia. Este sistema lee los códigos de identificación mediante el uso de ondas de radio, y sirve para una mayor facilidad de lectura de estos.

A continuación nos centramos en analizar su potencial, características y principales ventajas y desventajas en su aplicación en las tareas de almacenamiento y logística.

¿Qué es el RFID?

El RFID (Radio Frequency Identification) es una tecnología es capaz de trasmitir los datos que se almacenan en un microchip mediante señales de radiofrecuencia. Incorpora un protocolo definido que almacena y recupera información de forma remota utilizando etiquetas, tarjetas, etc.

El RFID es idóneo para los procesos de los almacenes o centros de distribución, ya que las funciones que se realizan en ellos están siempre relacionadas con productos y mercancías que poseen etiquetas con información necesaria. Con esta tecnología será más sencillo realizar el seguimiento de las mercancías y conocer su origen y destino.

Estos datos se identifican en el momento y sin la intervención humana, proporcionando un gran ahorro de tiempo, eficacia y seguridad.

Aplicaciones y usos del RFID en el almacén

A la hora de identificar, trazar y gestionar el producto sin errores en cada fase logística, las etiquetas RFID facilitan este trabajo, ya que cada vez los almacenes demandan más eficacia y agilidad. Las posibilidades que ofrece este sistema al almacén son infinitas, además del control de mercancías se pueden controlar otros procesos como la entrada de camiones, equipos de manutención, etc.

Gestión de stock y GPS

Es idóneo para un correcto control y almacenamiento del stock de la mercancía, por ejemplo, un ordenador conectado a la tecnología RFID puede visibilizar por todo el almacén si el stock está a punto de agotarse o si es óptimo en tiempo real, transmitiendo esta información a los responsables. Además, los chips pueden contener indicadores para su mejor conservación y un GPS para rastrearlos.

Datos de conservación

La gran ventaja de los chips es que la información que se conserva en ellos puede ser modificada en cualquier momento, si el producto se cambia de ubicación o incluso si se almacena en un lugar a una temperatura necesaria, el chip será capaz de detectar si esta temperatura cambia para que su conservación sea siempre la adecuada.

Seguridad

Además de utilizarlo para los procesos diarios, es fundamental comentar la seguridad extra para el almacén que proporciona esta tecnología. Puede evitar riesgos de pérdidas, retrasos o extravíos e incluso hurtos. Muchas empresas aplican esta tecnología en su almacén para minimizar los errores en los procesos logísticos y mejorar la seguridad y seriedad de su cadena de suministros de cara a sus clientes.

Ventajas y beneficios del RFID en un almacén

La tecnología RFID aporta gran variedad de ventajas a los almacenes, ya que estos mejoran si los procesos se automatizan para una mayor rentabilidad, reduciendo mano de obra y mucho tiempo.

Algunas de los principales beneficios de utilizar sistemas RFID en un almacén son:

Personalización de los productos

Gracias a los datos que recoge el chip incluido en cada producto, estos pueden recibir un trato personalizado y único. De esta forma la información sobre cada unidad en movimiento dentro de la cadena de suministro está controlada y centralizada en todo momento, lo que simplifica la toma de decisiones.

Agilidad y ahorro del tiempo

Esta tecnología aporta gran eficacia a todos los procesos en comparación al código de barras y otros métodos más tradicionales. Además, los trabajadores ahorraran tiempo ya que el inventario de productos se agiliza y automatiza. Este punto sería uno de los principales beneficios del RFID.

Registro automático

Cuando todos los productos del almacén están registrados mediante esta tecnología, los procesos de entrada y salida, caducidad, errores, etc. serán automáticos. Esto agiliza todo el proceso reduciendo los errores, desde la selección de productos hasta el envío al cliente.

Rastreo y trazabilidad

Los productos estarán bajo control en todo momento, y gracias al GPS que integran será rápido y sencillo identificar y localizar la mercancía sin necesidad de disponer de una línea visual entre el lector y la etiqueta. Al respecto de la trazabilidad, en esta publicación hablamos sobre los sistemas de trazabilidad para las estanterías industriales.

Autenticidad y veracidad

Cada producto posee su información única y esto les dota de autenticidad y veracidad. Esta es una de las grandes ventajas que proporciona la tecnología RFID.

Inventario y reposición

Proporciona un mayor control del inventario evitando la rotura de stock, ya que nos informará de cuando faltan artículos, cuando los artículos están en la ubicación errónea y cuando son defectuosos. La aplicación de tecnología RFID mejora y agiliza el proceso de gestión de stock de un almacén.

Posibles desventajas del uso del RFID en logística

Aunque estas tecnologías en líneas generales proporcionen ventajas y supongan un avance para el sector, como todas las innovaciones también acarrean consigo una serie de retos o dificultades que pueden ser puntos negativos a la hora de considerar su aplicación.

Altos costes de instalación

Implementar esta tecnología desde cero en nuestro almacén requiere una gran inversión inicial. En comparación a los códigos de barras, esta tecnología precisa aparatos y herramientas más caros y complejos como son el software de inventario RFID, lectores fijos o portátiles de RFID, etiquetas y chips RFID, etc.

Además, en estos casos de instalación de nuevas tecnologías siempre hay que considerar los costes y tiempos de formación al equipo de almacén.

Costes de actualización constantes

Para mantener la eficacia de este tipo de equipos automatizados se precisa de un mantenimiento y actualización constante, lo que proporcionará un gasto constante.

Interferencias en las etiquetas RFID

Si se trabaja en un clima húmedo o rodeado de muchos productos metálicos, es posible que las etiquetas no trabajen correctamente. También pueden afectar las ondas de radio externas creando interferencias y disminuyendo su funcionalidad.

Además, algunos materiales líquidos o metálicos son incompatibles con estas etiquetas y no permiten atravesar la información. Cuando hay muchas referencias de etiquetas en un mismo lugar, pueden crear errores ya que las diferentes señales pueden distorsionar las lecturas.

Como a la hora de elegir un sistema de almacenaje u otro, las tecnologías RFID no serán válidas para cualquier empresa u almacén y habrá que tener en cuenta el tipo de mercancía y su operativa diaria antes de aplicarla.

Problemas de compatibilidad

Las etiquetas varían dependiendo de los almacenes, sectores, países, etc. Por ello, las empresas internacionales pueden llegar a tener problemas de compatibilidad con el sistema de gestión y tendrían que aplicar y adaptarse a diferentes sistemas aumentado los costes.

¿Cómo implantar la tecnología RFID en un almacén?

Aunque la implementación de la tecnología RFID es costosa, los beneficios que proporciona harán que valga la pena. A la hora de implementar cualquier proyecto nuevo en las instalaciones del almacén, es necesario conocer porque necesitamos ese proyecto y los objetivos que queremos conseguir con él, además, es precisa una buena planificación de principio a fin.

Los siguientes puntos genéricos nos marcan la línea a seguir para implementar la tecnología RFID en un almacén de una manera organizada:

Conocer el almacén y su gestión

Este paso será fundamental ya que es necesario saber cuáles son las características físicas del almacén, cuáles son los procesos que están siendo afectados y porque y donde necesitamos una mejora.

Conocer la mercancía y las necesidades demandadas

Algunos de los procesos a mejorar pueden ser la gestión de stock, para que no haya falta de mercancías o para que productos antiguos salgan del almacén, mejorar la trazabilidad de los productos, aumentar la eficiencia del almacén en general, etc. Después de conocer dónde y cómo queremos la mejora de nuestro almacén, habrá que establecer los objetivos a conseguir, hay expertos en la materia de la tecnología RFID que ayudan a elegir las mejores opciones para los almacenes.

 

Proyectar una solución

En este punto hay que decidir qué tipo de solución implantaremos, que tipo de etiquetado RFID se elegirá, que tipo de lectores se utilizarán, si serán necesarias las impresoras RFID, elegir las antenas adecuadas, los portales y arcos RFID, etc. También hay que considerar presupuestos, ajustándolos a la realidad financiera de la empresa.

Puesta en marcha

Cuando todo este bien planificado y organizado, llegará el momento de establecer la instalación, que en general es sencilla y rápida. Es fundamental contar con buenas conexiones a la red, ya que toda está tecnología trabajará con esta conexión para leer y trasmitir la información de las etiquetas. Cuando todo esté en marcha solo quedará comprobar que funciona a la perfección y formar adecuadamente a los operarios para que conozcan como trabajar con las nuevas instalaciones.